endecha-plana-pescado-verduras

¿Cómo están relacionadas las alteraciones digestivas con el estrés?

El ritmo de vida actual, la presión laboral, los problemas personales y la sobreestimulación mental están llevando a cada vez más personas a experimentar síntomas digestivos sin una causa física aparente. ¿Sabías que uno de los sistemas más afectados por el estrés es el sistema digestivo? Esta conexión entre digestión y salud emocional es tan directa que incluso se habla del “segundo cerebro”: el intestino.

¿Qué tipo de alteraciones digestivas puede causar el estrés?

El estrés crónico o sostenido en el tiempo puede producir síntomas como:

  • Hinchazón abdominal
  • Dolor de estómago
  • Gases y flatulencias
  • Estreñimiento o diarrea
  • Digestiones pesadas
  • Sensación de nudo en el estómago o falta de apetito

Esto se debe a que el sistema nervioso autónomo, encargado de regular funciones involuntarias como la digestión, se ve alterado cuando nuestro cuerpo percibe una amenaza. En estados de estrés, el organismo prioriza funciones de “supervivencia”, y la digestión pasa a segundo plano, lo que genera desequilibrios digestivos y metabólicos.

La relación entre el eje intestino-cerebro

En los últimos años, la ciencia ha confirmado lo que la medicina natural y tradicional ya intuía: el intestino y el cerebro se comunican constantemente a través del llamado eje intestino-cerebro. Esta conexión bidireccional implica que lo que sentimos influye directamente en nuestro aparato digestivo y viceversa.

Cuando se activa el sistema simpático por estrés, se reduce la motilidad intestinal, se altera la microbiota y se pueden producir inflamaciones. Por eso, en Natursalud Siberia, tratamos la salud digestiva de forma integral, teniendo en cuenta tanto el cuerpo como las emociones.

¿Cómo puedes mejorar tus digestiones si sufres estrés?

Existen múltiples estrategias naturales para reducir el impacto del estrés sobre tu sistema digestivo. En nuestras sesiones personalizadas, evaluamos cada caso de forma individualizada para proponer soluciones como:

  • Cambios en la alimentación (dieta antiinflamatoria o adaptada a tu estado emocional)
  • Suplementos naturales que regulan el sistema nervioso y digestivo
  • Técnicas de relajación como la respiración consciente, meditación o yoga
  • Plantas medicinales adaptógenas y digestivas
  • Apoyo emocional a través del acompañamiento terapéutico

Tu bienestar empieza en tu interior

Como comentamos en publicaciones anteriores sobre salud emocional y física, las alteraciones digestivas por estrés son una de las quejas más comunes entre nuestros pacientes. Lo importante es que no estás sola ni solo: existen soluciones y profesionales que pueden ayudarte a recuperar el equilibrio.

👩‍⚕️ En Natursalud Siberia te acompañamos para que identifiques la raíz de tu malestar, y pongas en marcha hábitos que mejoren tu salud digestiva y emocional. Reserva tu primera consulta y empieza a sentirte bien desde dentro.

Diseño sin título (2)

¿Por qué ese miedo a consumir hidratos de carbono?

¿Realmente sabemos lo que son? ¿Y lo que nos aportan?

Durante años, los hidratos de carbono (o carbohidratos) han sido señalados como los «malos de la película» en muchas dietas. Se les culpa de engordar, de generar picos de azúcar y de ser prescindibles en una alimentación saludable. Pero… ¿cuánto hay de verdad en eso?

En Natur Salud Siberia queremos ayudarte a entender mejor los alimentos que consumes, sin mitos ni miedos. Hoy te explicamos qué son los hidratos de carbono, para qué sirven y por qué no deberías tenerles miedo.

¿Qué son los hidratos de carbono?

Los hidratos de carbono son uno de los tres macronutrientes principales (junto con las grasas y las proteínas) que nuestro cuerpo necesita para funcionar. Son la fuente de energía más directa y rápida para nuestras células, especialmente las del cerebro.

Pueden dividirse en:

  • Simples: como el azúcar blanco, la miel, la fruta o los zumos.
  • Complejos: como los cereales integrales, las legumbres, las patatas, la avena o el arroz integral.

¿Para qué sirven?

  1. Aportan energía inmediata y sostenida.
  2. Mejoran el rendimiento físico y mental.
  3. Favorecen una digestión equilibrada, sobre todo si vienen acompañados de fibra.
  4. Regulan el estado de ánimo: al fomentar la producción de serotonina.

¿Por qué les tenemos tanto miedo?

El miedo a los hidratos proviene, en gran parte, de:

  • Dietas milagro que los demonizan.
  • Desinformación en redes sociales.
  • Asociaciones erróneas con el azúcar refinado o el sobrepeso.

Pero lo cierto es que no engordan por sí solos. Lo que genera aumento de peso es el exceso calórico general, no un nutriente en particular.

Entonces… ¿hay hidratos «buenos» y «malos»?

Más que hablar de “buenos” y “malos”, debemos hablar de calidad y contexto.

  • Sí a: pan integral, arroz integral, quinoa, avena, patata, boniato, frutas, legumbres.
  • Limita: azúcares añadidos, bollería industrial, cereales ultraprocesados.

¿Y si quiero adelgazar o regular mi salud digestiva?

Reducir los hidratos no siempre es necesario. De hecho, muchas personas se sienten con menos energía, más irritables o con problemas digestivos al eliminarlos.
Lo importante es:

  • Elegir hidratos de buena calidad.
  • Ajustar su cantidad según tu estilo de vida.
  • Combinarlos con proteínas y grasas saludables para evitar picos de glucosa.

En resumen:

No temas a los hidratos. Edúcate sobre ellos.
El equilibrio y la calidad son la clave.
Una dieta saludable incluye carbohidratos complejos, naturales y variados.

Y si tienes dudas, recuerda que en Natur Salud Siberia podemos ayudarte a adaptar tu alimentación a tus objetivos, tu salud y tu estilo de vida.

¿Quieres saber qué tipo de alimentación es más adecuada para ti?
Te invitamos a visitar nuestra consulta y descubrir un enfoque personalizado de la salud.

Cita previa en: https://natursaludsiberia.es

2147778331

Alimentación y bienestar en la actualidad

La alimentación y el bienestar son temas esenciales en la actualidad, en un contexto donde la salud y el estilo de vida ocupan un lugar preponderante en la conciencia colectiva. En los últimos años, ha habido un cambio significativo hacia una mayor consciencia sobre lo que comemos y cómo esto impacta nuestra salud física y mental.

El auge de la alimentación saludable ha llevado a muchas personas a optar por dietas más equilibradas y nutritivas. Se ha incrementado el consumo de alimentos frescos y naturales, como frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. La reducción del consumo de azúcares refinados y alimentos procesados también ha ganado popularidad, ya que estos están asociados con enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y la obesidad.

El concepto de bienestar no se limita solo a la ausencia de enfermedades, sino que abarca un estado de equilibrio y satisfacción personal. La alimentación juega un papel crucial en este sentido, ya que una dieta equilibrada contribuye a un mejor estado de ánimo y a una mayor energía diaria. Además, ciertos alimentos tienen propiedades que pueden mejorar la salud mental. Por ejemplo, el consumo de omega-3, presente en pescados grasos como el salmón, se ha relacionado con una reducción en los síntomas de depresión.

La tendencia hacia la alimentación consciente también ha fomentado el interés por las dietas vegetarianas y veganas, no solo por sus beneficios para la salud, sino también por razones éticas y medioambientales. Estudios han demostrado que una dieta basada en plantas puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer, además de tener un menor impacto ambiental en comparación con las dietas basadas en productos animales.

La educación alimentaria es fundamental para mantener este enfoque. Aprender a leer etiquetas, entender los valores nutricionales y ser conscientes de la procedencia de los alimentos son habilidades que empoderan a las personas para tomar decisiones informadas sobre su dieta.

En conclusión, la alimentación y el bienestar están intrínsecamente ligados. Adoptar hábitos alimenticios saludables no solo mejora nuestra salud física, sino que también contribuye a nuestro bienestar general, permitiéndonos vivir una vida más plena y equilibrada.